Cápsula Nº 10: El arte
El arte es el lenguaje de las sensaciones tanto cuando pasa
por las palabras como cuando pasa por los colores, los sonidos o las piedras.
El arte no tiene opinión. El arte desmonta la organización triple de las
percepciones, afecciones y opiniones y la sustituye por un monumento compuesto
de perceptos, de afectos y de bloques de sensaciones que hacen las veces de
lenguaje. El escritor emplea palabras, pero creando una sintaxis que las hace
entrar en la sensación, o que hace tartamudear a la lengua corriente, o
estremecerse, o gritar, o hasta cantar: es el estilo, el «tono», el lenguaje de
las sensaciones, o la lengua extranjera en la lengua, la que reclama un pueblo
futuro, oh, gentes del viejo Catawba, oh, gentes de Yoknapatawpha. El
escritor retuerce el lenguaje, lo hace vibrar, lo abraza, lo hiende, para
arrancar el percepto de las percepciones, el afecto de las afecciones, la
sensación de la opinión, con vistas, eso esperamos, a ese pueblo que todavía
falta. «Mi memoria no es de amor, sino de hostilidad, y se empeña no en
reproducir sino en alejar el pasado... ¿Qué quería decir mi familia? No lo sé.
Era tartamuda de nacimiento y sin embargo tenía algo que decir. Sobre mí mismo
y sobre muchos de mis contemporáneos, pesa el tartamudeo del nacimiento. Hemos
aprendido no a hablar sino a balbucear, y sólo prestando el oído al ruido
creciente del siglo, y una vez blanqueados por la espuma de su cresta, hemos
adquirido una lengua.».
Precisamente, ésa es la tarea de todo arte, y la pintura, la
música arrancan por igual de los colores y de los sonidos los acordes nuevos,
los paisajes plásticos o melódicos, los personajes rítmicos que las elevan
hasta el canto de la tierra y el grito de los hombres: lo que constituye el
tono, la salud, el devenir, un bloque visual y sonoro.
Fuente :
http://www.con-versiones.com/nota0779.htm
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