Huelga de hombre

Los adultos también juegan, lo he notado en la tv, en las calles, en las camas, sobre y debajo de ellas. Pasean por entre las sábanas, rozando pieles desnudas, se trepan la espalda, se buscan en la oscuridad y encuentran en el otro cuerpo un destino en el cual reposar; ríen a carcajadas  cerrando los ojos fuertemente como niños haciéndose los soldaditos caídos…y se van, se alejan con la suavidad y ternura con la que lo haría un barco de papel al capricho del agua y del viento mientras el mundo cabecea y se aquieta. Se aquieta.

Son juegos en los que se permite la trampa. Las paredes se tapan los ojos, las duchas cantan con ellos. Viven dos días en uno. Se les desvanece el tiempo en el tiempo. Bailan, fingen que tocan guitarra en las costillas del otro. No duermen temprano por sentir que se pierden de algo. Son pulmones de agua que se invitaron a respirar.    
La única regla es que el que pierda, gane. Y el que gane vuelva a jugar. 

[ ]

Comentarios

Publicar un comentario