Medianas y penosas
Suaves, listas por la mañana como
frutas frescas y altivas en su propia belleza, cuando el resto del cuerpo se
estira con la misma sintonía narcisista, en el mismo perfume y las mismas
melodías. Se esconden bajo sus armas push up para luego hacer como que no
están. Montañas, nubes y arcos del triunfo. Con qué más se les compararía sino
con lunas llenas imposibles de ignorar. La magnífica sensación de llevarlas, de
verlas de reojo, de saborear las ganas de quien descubre en ellas el dulce
sonrojo de quedarse reposando por siempre en una blusita a medio desabrochar.
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benditas blusitas, malditos broches
ResponderEliminarhoy te vi y eres hermosa.
ResponderEliminarDe reojo ♥
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