Benditos labios rosa
Me
vuelvo déjà vu en tus frases concubinas
de mi eterno delito: la ingenuidad. Con frío de luna y el cuerpo siendo todo
aquello que siempre quiso ser: ausencia, tiempo, avión. Qué bueno es cuando se
sueña que se está en el cielo de algún cielo, que la espera no existe y el
infinito queda a la vuelta de la esquina, en el compás de un vaivén, a la
sombra del siguiente árbol que no tiene un por qué en ninguna parte. Me gusta quien soy contigo, te lo repito, te
lo canto, te lo digo en versos, en besos y desnudando mi cuello para que se
convierta en el azar de tu boca, qué bueno es convertir mi sangre en vino del
fino en honor a tus benditos labios rosa.
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Abuelita bigotuda y con tres nietos sigues siendo maravillosa.
ResponderEliminar:)
Besos.
Yo comenté aquí...
ResponderEliminarO me volví loco?
Ay, ay, ay...
Michelle... más guapa tu siempre, infinita, benditos, me alegro entonces! :)
ResponderEliminarI love this...
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