Lo que somos



Me sorprende un rubor de media noche. De pronto una ola electrizante sacude toda la extensión de mi epidermis bajo las sábanas, se levanta una chispa erizada, pasea por el cuello, el rostro, hasta tocar la intimidad de mis orejas, allí donde quedaron estancados algunos secretos ajenos. A lo largo de mis piernas, un frío acaricia cada centímetro y ellas a modo de venganza no obedecen al “prohibido pasar” de la cama. Para cuando abro los ojos, ya estoy soñando, suspendida en la revelación de formas subconscientes que resucitan cuando el día se viste de oscuros. Se asoman los deseos al desnudo, al puro estilo de la puta que sin el mínimo de vergüenza ofrece al mejor postor un paseo express por la instalación de sus cavidades. 


En estos sueños lloran los llorones, ríen los reprimidos, los mudos resultan poliglotas, recuerdan los amnésicos, se confiesan los infieles, las monjas se excitan, se subleva Plutón por ser siempre el último de la fila, los rebeldes afilan su mala conducta, las rutinas se aflojan la corbata, lideran los discípulos y los que decían no quererse declaran que se quieren más de lo que quieren. En esta parte de la noche quedamos en carne viva, sin poses, vendajes o teléfonos filtrando la voz de un cuerpo que tiene urgencia por el otro. Quedamos sin armadura en el pecho, la que a través del tiempo suele desvanecer la ruta al corazón. 


Durante esa huida nocturna los pasajeros muestran su valor intacto, los pies lavaditos, la garganta libre de nudos, la boca libre de decir lo que siente, el arrebato responsable de colchones mojados, más otras demostraciones de salud emocional. Pero desafortunadamente lo primero que hacemos al amanecer es colocarnos la máscara que separa lo que pretendemos ser de lo que somos en realidad...


...y salimos a jugar. 


[ ]

Comentarios

  1. tienes demasiada razón, es que los sueños siempre van a ser ese momento tan corto de liberación personal. Quien viva sin censura, es libre, realmente

    ResponderEliminar
  2. y en los sueños somos capaces de casi todo...

    ResponderEliminar
  3. Energías renovadas, me encanto.

    Seguimos usando las máscaras, esperando por ese baile, en dónde desnudos en medio del salón, digamos esto es lo que soy y lo que me gusta sentir.

    ResponderEliminar
  4. wow que entradota, hace rato no comentaba, no creas por eso que no te leo siempre, pero esta entrada estuvo muy muy buena.
    un abrazo

    ResponderEliminar
  5. una profunda sonrisa cómplice después de leerte... efectivamente, así me levanté yo

    ResponderEliminar
  6. Últimamente mis sueños son tan "borrada de casette" que me caería muy bien uno de los tuyos.

    ResponderEliminar
  7. Me gusta mucho este escrito, porque al mismo tiempo me hace reflexionar sobre las pocas personas que en verdad nos han visto como somos.

    Es en definitiva cierta aquella alusión final ... salimos a jugar algún papel.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario