Estar sin existir
Eran las 11:49 de una noche fría como tus pies. Y me aburrí sin pretensión de hacerlo, por lo que le di la orden a mi cuerpo de levantarse a vagar, como si entre las sábanas estuviesen enredadas mis melancolías, y buscara huir de ellas.
Esa noche fue larguísima, como la palabra misma. Se me antojaron aceitunas; por suerte había un frasco en la nevera, pero de tanto estar allí, había desaparecido. Es el mismo fenómeno de “estar sin existir” que sufren los floreros, los pósters, los ancianos, tu corte de cabello, y en casos marginados, tú. Porque hay cosas que se vuelven invisibles por permanecer mucho tiempo en un mismo lugar, colocados de la misma manera, en una sola condición, tan inertes que se desvanecen.
Semidesnuda me paseé por la casa, fundí mi anatomía con la oscuridad, tanteando las paredes para no estamparle la frente a ninguna. Me hallaba inquieta, sedienta, sulfurada, con la sensación de estar en deuda con cuatro capitales, como quien ha saboreado la desdicha y le quedan los resabios. Prosperó la idea de amanecer en la sala, con un edredón entre el suelo y yo. Cuando estaba allí, mirando al techo, con esa rara actitud de nómada desahuciada, me pareció haberle visto clavículas a las lámparas. Mi cordura ha de perdonarme. Volví por exactamente tres aceitunas más. Qué espesas sentí las memorias entre bocado y bocado, fue saborear la pulpa del olivo mientras entendía que los recuerdos a veces se presentan tan perceptibles y cercanos que pueden llegar a tener aromas, es más, quien esté dispuesto, puede jugar al comensal vinícola que distingue a punta de olfato el año de la cosecha. Cualquiera puede, pero en mi caso, se necesitó un frasco de fruto inexistente y música de barcito en quiebra.
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Genial lo de la frente.
ResponderEliminarDescomunal lo del comensal.
Y mengancho, oiga, mengancho. Le doy a seguir y que me avisel Señor Blóguer con cada nuevo y tajante búho. Jajá.
PD: ¿no le sirvió lo del muñequito esquinadico? ¿quizás se arrepintió? ¿o más bien ni probó? xDDD
Magnífico texto. Expresas muy bien esa sensación que da el insomnio, la insatisfacción de algo (¿de uno mismo/a?), en esas horas fantasmales de la madrugada. Y lo pincelas con objetos cotidianos...
ResponderEliminarEstar sin exisitir. Como los posters y los ancianos. Así me siento yo cuando tengo insomnio.
Por cierto, este poético "Semidesnuda me paseé por la casa, fundí mi anatomía con la oscuridad" tiene un toque sensual quizás no pretendido, que aún potencia más el resto.
Uau.
Hola! como siempre... estoy aquí saludandote.. sin existir!:D
ResponderEliminarque lindo escribes eh!
Hola... como siempre ... estoy aqui saludandote, sin existir...
ResponderEliminarQue lindo escribes eh!
Saluditos:D
Las lamparas tienen clavículas y a medida que sigo bebiendo les voy viendo las cervicales también.
ResponderEliminarBuen viaje el de tu mente.
Me gusta.
El nombre de mi blog se debe a esa película.
Besos.
Parece una canción... Si le añadieras melodía seguro que sería una canción preciosa :)
ResponderEliminarYo hoy me he despertado así, y me he comido tres donettes con sabor a cartón para arreglarlo.
Clavículas a las lámparas... brutal.
Desde Marte
Mirna
Me quito el sombrero, o la bufanda.
ResponderEliminar"como quien ha saboreado la desdicha y le quedan los resabios".
Eso fue genial. Me lo quedo.
Beso!
excelente!
ResponderEliminarun post muy cinemetografico, lo vivi escena tras escena, me identifique mucho con los poster y una la noche larga... exelente!!
ResponderEliminarPd: es material para un corto cinematografico!
me has conquistado hoy con este texto
ResponderEliminarCuidado con las acitunas de noche, dan muchísima sed. El combo correcto es frasco de acitunas + vaso bien cargado con agua.
ResponderEliminarBello!
De agua nada, La Gorda, ¡questá usté en la República de Vodka! xD
ResponderEliminarHey hey, ¿como no amar lo que escribes?
ResponderEliminarmuchas gracias por tu comentario, me alegra que te guste mi blog! Eres bienvenida cada vez que quieras, hahaha...
Que fino que te guste incubus tanto como a mi. :)
ResponderEliminarAlfa
¿Estar sin existir o existir sin estar?
ResponderEliminardel tipo naturaleza muerta el post. sí, algunas fotos también entran en la etiqueta.
ResponderEliminarsaludos! Muy contenta de haber encontrado éste lugar!
Magnifico
ResponderEliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas
Hermoso, sin palabras!!
ResponderEliminarMe gusta! =)
Gracias por seguirme, te seguire leyendo
Una nueva noche fría en el barrio .
ResponderEliminarQué lindo leerte.
Un post no es bueno si no tiene aceitunas.
ResponderEliminarExcelente prosa. Narras algo tan simple y lo haces tan grandilocuente. Estaré prendiente desde ahora en tus publicaciones. :)
ResponderEliminaroye verdad que sí... tenés razón lo que permanece en un mismo lugar tanto tiempo y de la misma forma termina desapareciendo... así como los sentimientos q han estado estáticos y un buen día te das cuenta que ya no están
ResponderEliminarMichelle... me paseo por primera vez en esta bitàcora, quedàndome gratamente sorprendido por tu elocuencia.
ResponderEliminarMe gusta el jugueteo de la noche. Los pies frìos, pues me marcan...
Un càlido saludo; vendrè màs seguido!