Alegría menguante


Se abren varias conciencias cuando el fuego arde y hago así con la cabeza. Se vislumbran nada más que buenas nuevas. Cosas raras pasan. Como eso que hacen las puertas con las ganas de salir, volarlas en cometa…o algo así. No me explico cómo se apaciguan algunas aguas imaginarias, pero lo hacen. Ni cómo se conmueven las razones para estar triste y germina una motivación tan incolora y necesaria, formidable como el líquido salvando gargantas. Quería volver. Las palabras y sus venas infladas de souvenirs del alma bombeaban y bombeaban. Ya no podía volver. Se extiende esa sensación desde la nariz del alfa hasta el rabo de la omega. Tan solo quedas tú y una especie de alegría menguante. Y es así como emerge otro universo de risas no ensayadas.



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