Oh, mom...

La necesidad de aparecer, el afán por congregarse…la complicidad, el disturbio, la resistencia, convertirse en el epicentro, ser la atracción, la respuesta al donde, al por qué, la alteración del orden, culpar a la sociedad de todo...

 Bulla. 

Ir al encuentro, ser el núcleo, aparecer es igual a existir, procesiones de intereses en común que se desalinean, bailan rápido y pierden el ritmo. No se trata ya de estar, sino de ser parte de una continuidad que desemboca en otra cabeza, una sola materia que se mueve de ladrillo en ladrillo. Ideales roídos, pelos al aire, labios húmedos improvisando,  jugando, silbando, rimando, consumiendo (y siendo consumidos). Los dispersan, se desbaratan y se juntan otra vez. Se desarrollan, pero no crecen. Disfrazan de sabiduría la estupidez con somera esperanza de alegrías finitas. Y al día siguiente se acaba. 

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