Adán
En
el silencio del universo se escondieron las bondades de la creación. En el
silencio acuoso de un útero por dentro con sus habitantes latiendo lento y
suavecito, inmersos en el líquido cuyo dulzor se espesa con el paso de los días
detrás de nuestros ombligos vitrina. La paciencia aprende a caminar sobre lo resbaladizo
de la espera hasta que la existencia se enciende inflando de este aire mundano los
pulmones de estreno. Se derrama sobre la cornisa de los ojos la llenura que
el alma grita... bienvenido a los sabores tintos de la vida.
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¡Muy bueno, michelánea!
ResponderEliminarP.D.: cornisa*
"...La paciencia aprende a caminar sobre lo resbaladizo de la espera" ¡Se imprime!
ResponderEliminarMichelle, qué gusto me da leer ésto, sabés?
ResponderEliminarte mando un abrazo, gracias por pasar por "mi coño en verso".!
Y antes de eso que había?
ResponderEliminarWow excelente... y nuevo diseño... Genial
ResponderEliminarSaludos