Pintada en la pared




Ayer, no se por qué, recordé episodios de cuando estaba en edad preescolar. La profesora, cara de esperpento, nos mandaba a hacer a menudo un ejercicio que consistía en dejar derramar tempera sobre cartulina blanca, doblarla por la mitad y abrirla, logrando así una suerte de estampado duplicado. ¿La recompensa? la sorpresa del resultado. Mientras la ejecución de dicha actividad era emocionante para la mayoría, para mí significaba un castigo. ¿Cuando había pasado de moda hacer bolitas de papel crepé o uñitas de plastilina? El caso es que odiaba hacer eso, porque siempre noté que a ellos les quedaba mejor que a mí. Hasta las titulaban, sí, les colocaban nombre a lo que sea que veían en sus obras. Recuerdo que salía enfurecida de esas clases, envuelta en ese uniforme amarillo pollito con tirantes cruzados. A la salida, era un fracaso que intentaran convencerme que de en mi trabajo habían mariposas. En las cartulinas de los demás se formaban las mejores formas, con poses geniales, los colores se combinaban armoniosamente, mientras que en mi carpeta sólo veía una colección de papeles feos embadurnados con figuras abstractas, sin sentido alguno, no importa cuánto inclinara la cabeza para observar aquello. Detestaba el momento cumbre de la jornada: la exposición. Todos debían pasar adelante -dejando en el aire ese aromita rancio a plastilina y Cheetos- a hablar de su “magnífica” creación a partir de ese pegoste de tempera seca. Yo me rehusaba a toda costa. Y si a duras penas lo lograba, terminaba llorando. Tal vez porque no me atrevía a decepcionarlos diciendo que no veía mariposas, cuando se suponía que eran ellas la atracción principal.


[ ]

Comentarios

  1. Me vas a odiar, yo soy/era de los que sacan cosas bonitas cuando hacen esas manchas.

    ResponderEliminar
  2. ^^ Un sombrero de copa o una serpiente que devoró un elefante? Hehe!

    ResponderEliminar
  3. Coño, por lo menos te recuerdas de algo... Yo de esos tiempo solo recuerdo que jugaba en "parquisitos de plástico" y eso.

    ResponderEliminar
  4. Coño, por lo menos te recuerdas de algo... Yo de esos tiempo solo recuerdo que jugaba en "parquisitos de plástico" y eso.

    ResponderEliminar
  5. bueno, tal vez lo tuyo eran libélulas o cóndores y si insistías en ver mariposas donde hay claramente una canoa...no te preocupes, en ese momento de tu vida las mariposas estaban sobrevaluadas.

    ResponderEliminar
  6. A mí me iba pésimo en todos las clases de arte o similares. No tengo talento para lo plástico y eso me hacía sentir inútil. Mal, mal, mal...

    ResponderEliminar
  7. el pequeño mosquito ese que tienes arriba me ha tocado un poco la nariz, que lo sepas:)

    ResponderEliminar
  8. Que recuerdos! Y aún eres muyyyyyyyyyyyyyy joven.

    ResponderEliminar
  9. Yo también estuve siempre lejos de ver algo en MIS papeles llenos de manchas de témpera. Menos mal que el ejercicio era mucho menos frecuente en mi preescolar que en el tuyo :)

    Por otro lado, de chiquita me pasaba horas en mi balcón (aún paso ratos en el jardín de la uni) buscándole formas a las nubes. ¡Y allí sí me divierto!
    ¿Eso no lo haces tampoco?

    ResponderEliminar

Publicar un comentario